Se ha estado hablando durante esta semana de un cambio profundo, o importante, en la alineación que la Unión Deportiva Las Palmas ofrecerá esta tarde ante el Recreativo de Huelva. Tinta Amarilla anuncia un once, udlaspalmas.net discrepa, porque hay variantes. Es indudable que uno de ellos fallan, o, incluso, fallan los dos porque será Paco Herrera quien decidirá el once. Es posible que el míster amarillo tenga dudas hasta escasos minutos de iniciarse el choque.

En cualquier caso, no va a haber ninguna revolución, entre otras cosas, porque sería temerario introducir cuatro o cinco cambios, que destrozaría al equipo en su línea de flotación. Creo razonable hacer dos modificaciones, dando descanso a aquellos que tenga la reserva física en mínimos. Parece razonable, por ejemplo, que Enmanuele Culio salga de entrada para «agotar» al rival y tener pactado el relevo de Tana, allá por el minuto sesenta. Juan Carlos Valerón podría vivir la misma situación. En la salida a Pamplona serían otros dos futbolistas los que entrarían en esta situación de refresco, con los cambios igualmente pactados. Y así sucesivamente durante los encuentros que restan. Se conseguiría con decisiones de este tipo ir dosificando el esfuerzo de los más cansados, combinando con la sangre y la savia nueva de los meritorios, de aquellos que han estado esperando pacientemente a que les llegue su oportunidad.

Las circunstancias han convergido para que la aparición de los eternos suplentes integren el once inicial. Las lesiones de Casto, Nauzet, Hernán han propiciado los relevos, porque, sinceramente, no me parece nada serio que el míster manifieste que tenía pensado devolver la titularidad a Raúl Lizoain. Entiendo que esto es ser oportunista. Ha habido un continuismo reiterativo, durante una temporada larga, muy larga, con unos vaivenes que aconsejaban un aire nuevo con protagonistas nuevos. Incomprensiblemente, Vicente Gómez y Asdrúbal Padrón, han entrado alguna vez en el once, otras veces han sido convocados y muchas otra veces han visto los partidos desde la grada. Jesús Valentín es alabado, pero no ha habido decisión de apostar por él. Tana Domínguez no ha disputado ni un solo minuto.

Lo que antecede es una simple opinión. Lo verdaderamente importante ahora es que la plantilla esté unida, el entrenador metido al cien por cien en su trabajo, que la afición no de la espalda; que deje el veredicto para el final de temporada y que la senda de la victoria sea re-emprendida, contando, eso sí, con desaciertos de los que nos preceden en la tabla.