Puede resultar equívoco el titular de este comentario pues mi intención es proclamar que todos, absolutamente todos los equipos tienen ese derecho cuando compiten en 2ª A (Liga Adelante) o en 2ª B, y así sucesivamente. Pero hay derechos que no se compaginan con otras realidades, en forma de estructuras deficientes, insuficientes, incluso obsoletas.           Cada semana se pueden presenciar encuentros ofrecidos por la TV que son un verdadero suplicio porque no hay perspectiva suficiente, altura de graderíos necesaria para proporcionar una panorámica amplia de dichos encuentros. Cito casos concretos. Alcorcón,  Santo Domingo. Capacidad 5.000 espectadores, Llagostera que utiliza el estadio de Palamós, 5.824 porque su propio feudo no reúne las condiciones necesarios para fútbol de competición profesional. Mirandés., Anduva, 6.500 espectadores prácticamente pegados a la línea de banda, con las medidas más cortas 101×68. Eibar, Ipurúa. 5.250 espectadores.       Todos estos campos de fútbol, y muchos otros, deberían estar homologados para disputar partidos de fútbol profesional. Es indudable que con estadios con tan reducida capacidad de espectadores, restan categoría a la competición por varios motivos. Primero, por el estético; segundo, porque no generan los recursos necesarios y por tanto menguan los ingresos económicos de la competición. El derecho a ascender no puede ser cercenado, pero no se puede consentir, no se debería consentir que equipos que luchan por conseguir metas altas, que se «juegan» presupuestos importantes, tengan que disputar puntos en campos que son auténticas encerronas.