Acerca de Las Palmas Atlético

Sigue siendo motivo de comentarios el descenso del filial amarillo a la  División. Se dice que al final de una Liga regular, cada equipo ocupa el lugar que merece por los méritos o deméritos propios. Sin embargo, in que sirva de excusa, ha habido polémicos arbitrajes que han perjudicado al equipo formativo. Sin ir más lejos, el partido de vuelta ante el Cartagena, donde el árbitro dejó hacer a los murcianos lo que les vino en gana, principalmente en los seis minutos de prolongación, en los que apenas rodó el balón sobre el césped artificial del Anexo. Se podría decir que en esos seis minutos, el balón estuvo en juego no más de treinta o cuarenta segundos, exhibiendo los forasteros una serie de recursos para detener el juego, como pérdidas de tiempo, balones fuera del recinto y hasta agresiones verbales a los amarillos.

En la memoria colectiva hay un rumor creciente de que no interesa, presuntamente, que el filial milite en 2ª División B por el gasto que supone a los equipos peninsulares desplazarse a Gran Canaria.  Pero hay matices, más bien realidades, que tumban por tierra ese pretendido argumento. Las Palmas Atlético ha tenido que desplazarse diecinueve fines de semana para medirse a los rivales de la categoría. Ocurre que en el Grupo 2ª, el Bilbao Atlético, por ejemplo, se puede decir que acude caminando a Sestao, Amorebieta, Barakaldo, o coger una guagua para enfrentarse al Sanse, Huesca, Tudelano o Irún. Lo mismo sucede a los equipos radicados en Madrid. como Rayo B, Atético Madrid B, Getafe B, Fuenlabrada, Real Madrid C.

Hay que decirlo alto y claro: Las Palmas Atlético debería recuperar la plaza perdida en 2ª B, no importa de donde vengan los impedimentos.                                                                                                                                      

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