En la jornada inaugural de la Liga 2015-2016 ha habido dos partidos que, desde nuestra perspectiva, han dejado unas lecturas que deben ser resaltadas. Esos encuentros son Atlético de Madrid-Unión Deportiva Las Palmas y Spórting de Gijón-Real Madrid. La primera lectura es que los amarillos dieron la cara ante los colchoneros, pudo empatar y salió derrotada por una falta inexistente, materializada por Griezman, tras desvío del balón. Raúl Lizoain no tuvo ninguna culpa en el gol encajado porque la barrera cambió la trayectoria del esférico. Aprovecho la ocasión para cuestionar la objetividad de quienes están defenestrando inmerecidamente a un gran guardameta en ciernes.  Es posible que la derrota en el Vicente Calderón sirva para que veamos la cruda realidad de la lucha constante que hay que ofrecer. Igualmente es posible que el equipo mejore sensiblemente cuando los jóvenes debutantes en la máxima categoría vayan zafándose de los temores y adquiriendo confianza. La Directiva amarilla ha optado por configurar un equipo basado más en la veteranía, en la experiencia, que en la juventud, incluso con un veterano entrenador

Por contra, el Spórting  de Gijón ha optado, o ha otorgado confianza a la juventud, con un entrenador igualmente joven. Hay dos filosofías completamente diferentes entre canarios y gijonenses. El Spórting tiene un punto con el que no contaba, pero  cabe la posibilidad de que ese punto, ante un grande de la Liga, les instale en un pedestal del que creen no se bajarán. A la larga,  ese punto puede tener su lado negativo. No jugará el Spórting, pese a la juventud de su plantilla, muchos otros partidos como el de anoche. En cambio, la Unión Deportiva Las Palmas sabe que debe madurar, aún más si cabe por la lesión de Javi Castellano, que ojalá sea de corta duración.

Cada jornada cierra una puerta y abre otra. La puerta que se abre es la visita del U.D.Levante. Esos tres puntos son vitales porque los levantinos podrán ser un  rival directo y es necesario ganar. Para que los puntos se queden en casa será imprescindible correr más que ellos y buscar alternativas al juego por el centro, que, sinceramente creo que es uno de los defectos del equipo, defecto que es fácil de corregir si se entrena adecuadamente. Solo David Simón y Dani Castellano, los laterales, son capaces de encarar al rival para desbordar, incluyendo en este apartado a Jonathan  Viera, que debe asumir su rol de echarse el equipo a sus espaldas. Jugar por el centro solo conduce a dar facilidades al rival en sus funciones de destrucción.