Efectivamente, las estadísticas, a pesar de ser una ciencia empírica, a veces engañan porque el manejo de los números, teniendo en cuenta ciertas circunstancias, pueden dejar en evidencia el axioma matemático de que 2+2 no se siempre cuatro.
La plantilla de la Unión Deportiva Las Palmas está compuesta actualmente por veinticuatro futbolistas, pues Javi Castellano desgraciadamente ha quedado fuera del plantel por lesión de larga duración, siete u ocho meses. De esos veinticuatro futbolistas en nómina, nueve son foráneos (Javi Varas, Antolín Alcaraz, Juan Culio, Sergio Araujo, Willian José, Nabil El Zhar, Javier Garrido, y Wakaso Mubarak). Apelando a la estadística, representa el 37,5% de la plantilla, frente al 62,5% de los futbolistas canarios, quince en total, que no creo que sea necesario mencionar porque son conocidos por todos. Pero si profundizamos en estos números, haciendo una especie de ingeniería estadística, estos porcentajes cambian de manera notoria. La incorporación de esos nueve jugadores foráneos supondrá, sin duda, que al menos siete de ellos serán titulares indiscutibles. En este caso, la presencia de jugadores foráneos en las alineaciones pasará a ser el 77,77%. Esto supondría que jugadores de los quince jugadores de la tierra, intervendrían cinco, que traducido en porcentajes es el 33,33%. Repito, 77,77 foráneos y 33,33 jugadores canarios. Mucha diferencia, pues habría dos tercios, frente a un tercio. Esta diferencia, cuando hablamos de un equipo que proclama como estandarte y divisa, que la cantera es lo más importante y la base en la que se sustenta el proyecto deportivo, suena desolador.
Implícito a esta idea está la remuneración económica. Es seguro que el monto económico de los nueve que han venido a la Isla superará las nóminas de los jugadores grancanarios. Así asistimos perplejos a la rigidez de la Entidad con futbolistas como David Simón, jugador que lo da todo, que lo vemos defendiendo y en segundos está en boca del gol. Un remate suyo, en el Vicente Calderón se estrelló en el larguero. Pero esta es la política del club. Viene Willian José y Javier Garrido, arrastrando lesiones o sin pre-temporada adecuada y damos salida a futbolistas de la cantera con grandes ilusiones de triunfar en su casa. El caso de Carlos Gutiérrez es clamoroso, pues no ha salido cedido, se queda en la Unión Deportiva Las Palmas, pero sin ficha profesional. Y hablamos de un jugador válido, al igual que Jesús Valentín. No sabemos como se habrá quedado anímicamente tocado Jesús, cuando ha conocido pocas horas después de su salida a Huesca, que Matías Dumpiérrez ha dado el salto al primer equipo para ocupar el puesto del lesionado Javi Castellano. Hablando de Matías Dumpiérrez, el entrenador ha mareado la perdiz con este jugador porque ha dicho que ha visto cosas interesantes en este jugador, que estará entrenando en el primer equipo al menos hasta Diciembre y que se merece una oportunidad, insinuando que podría tener minutos ante el Levante, aunque no desde el inicio. ¿Por qué se marea la perdiz? Porque Matías no entró la convocatoria. ¿Qué juego es éste?