Hacíamos hincapié anoche de la endeblez defensiva del Barça, su punto vulnerable.  Creo necesario ahondar en este aspecto, porque Paco Herrera, en su rueda de prensa de ayer, resaltaba que era necesario tener el balón más tiempo que el que han tenido otros rivales de los catalanes. Buena apreciación del técnico, pero considero que es preciso ir un poco más allá. Todos sabemos que el juego el Barça es adelantar mucho las líneas, hacer rodar el balón el tiempo que sea necesario para que el equipo rival corra y así hacer posible que se abra un hueco. Es decir,la línea defensiva catalana dentro del campo rival y su portero casi en el centro del campo.  Estas son sus bazas: mucho terreno para recuperar los despejes del rival e impedir que el equipo contrario genere peligro. La táctica es perfecta para un equipo cuajado de estrellas mundiales. ¿Se puede contrarrestar ese sistema de juego? Indudablemente, sí, porque nada es perfecto. ¿Cómo se contrarrestar ese agobio continuo durante noventa minutos? Hay alternativas, pero, quizás, la más importante es obligar a la zaga blaugrana a no estar tan arriba. La Unión Deportiva Las Palmas tiene dos jugadores muy rápidos y habilidosos que no deben estar para defender: Jonathan Viera y Sergio Araujo. Si estos dos futbolistas se ubican en la proximidades de la línea divisoria para poder entrar en el medio campo rival sin incurrir en fuera de juego, obligaría a la defensa del Barça a retrasar su posición y, por consiguiente, a hacer posible que las líneas rivales no estuviesen tan juntas. Además, las posibilidades de las contras crearían confusión en la retaguardia blaugrana, muy criticada actualmente por esa inseguridad y por la ansiedad con la que está jugando Ter Stegen. Existe otra alternativa que se prodiga poco: intentar disparar a puerta cuando el portero esté muy fuera de su área. Se pudo ver en la Supercopa, cuando el bilbaíno Sanjosé disparó desde el centro del campo, batiendo a un portero que fue superado por estar fuera de su área. Más o menos, están son las posibilidades de Las Palmas, que pueden conjugarse con otros elementos como la ansiedad blaugrana por resarcirse de la abultada derrota en Vigo o el ambiente electoral que se vive en la Ciudad Condal. Lo veremos en veintiséis horas más o menos.