Siete jornadas, análisis obligado.

Han transcurrido siete jornadas de la Liga en Primera División, en las que la UDLP ha obtenido dos empates, en Vigo y en Gran Canaria ante el Levante U.D., una victoria en casa ante el Sevilla  C.F. y cuatro derrotas, dos fuera ante el Atlético de Madrid y Barça y dos en casa ante el Rayo Vallecano y S.D. Eibar. El análisis pormenorizado de cada encuentro es necesario para comprender la situación actual del equipo amarillo y las posibles soluciones para revertir una situación que podría volverse agónica porque viajamos la semana próxima a Getafe, recibimos luego al Vallarrreal y rendimos posteriormente visita al Real Madrid.

En la !ª jornada de Liga, ante el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón, el entrenador amarillo decidió una defensa de cinco, es decir, tres centrales y dos laterales con proyección ofensiva. Posiblemente Paco Herrera instrumentó esta defensa de cinco , que en realidad era de seis, porque Javi Castellano (lesionado aquel día para el resto de la temporada) se incrustaba atrás como defensor para dar solidez al equipo atrás y no salir vapuleados, que es lo que probablemente la mayoría pensábamos. El examen resultó satisfactorio, pese a la derrota, porque la UDLP pudo haber puntuado, con aquel remate de David Simón al larguero y un par de intervenciones de peligro. El equipo bregó, presionó, se desplegó en ataque.

la 2ª jornada, en el Estadio Gran Canaria, ante el Levante UD, la cosa fue diferente. Persistió la defensa de cinco, a veces de seis, replegándose Hernán Santana, cuando atacaban los levantinos. En este partido, la UDLP salió a «verlas venir», sin tensión, sin presión a la salida del rival.

Llega la 3ª jornada, en Vigo. A los diez minutos de juego el equipo se queda en inferioridad numérica por la expulsión de Javi Varas. El Real Celta de Vigo se coloca con un 3 a 1 a su favor en el marcador, y es entonces cuando los amarillos sacan la raza, la rabia y llevan a cabo un despliegue descomunal de esfuerzo total, no perdiendo la cara y yendo decididamente a por el encuentro, consiguiendo empatar a tres tantos, con fútbol de buen nivel. Recuerdo que ese día publiqué un comentario titulado: ¡Así, sí, ésta es nuestra UDLP! Hay que recordar que en este mismo campo cayó humillado por 4 a 1 el F.C. Barcelona, sólo quince días después de la visita amarilla.

4º jornada. Rayo Vallecano. Calco del partido ante el Levante. El equipo amarillo inicia el juego con muchas precauciones, lento, sin transición de balón, sin intensidad, sin presionar la salida del rival y nuevamente hay defensa de cinco. Derrota por uno a cero.

5ª jornada. Llega el Sevilla. Es recibido con el mismo sistema de cinco defensas, pero el equipo es otro>; se asemeja al equipo que maravilló en Vigo. Hay intensidad en el juego, circulación de balón, presión al rival muy arriba, verticalidad  y dos puñales por las bandas, David Simón y Dani Castellano. Victoria brillante, única hasta la fecha.

6ª jornada. Barça – UDLP. Paco Herrera no quiere una derrota abultada, de ahí que recurra nuevamente a la defensa de cinco. Los amarillos vuelven a jugar con tensión, hilvanan algunas jugadas y no son vulnerables en defensa, pese a ir perdiendo por dos a cero. Jonathan Viera reduce distancia a cinco minutos del final y el Barça se convierte casi en un juguete, descompuesto ante el dominio final, con Luis Enrique pidiendo la hora y protestando todo. Faltaron cuatro o cinco minutos más de partido para nivelar el marcador.

7ª jornada. Llega a Gran Canaria la S.D. Eibar, sin hacer ruido. Pero tampoco la UDLP estaba dispuesta a hacer ruido. Juego lento, infructuoso arriba porque el equipo se empeña en penetrar por el centro. El equipo armero se despliega sin presión por parte amarilla. Esa falta de tensión hace posible que los visitantes se adelanten en el marcador a los seis minutos de juego. Era el mejor regalo para los vascos porque desde esa ventaja, jugaron a placer. La UDLP rota, vulnerable atrás, centro de campo y puntas muy alejados.

En definitiva, la UDLP da buena nota jugando contra los grandes, los que juegan y dejan jugar. Suspenso cuando jugamos con equipos de brega, que interrumpen el juego asiduamente. ¿Corolario? El sistema de cinco centrales no es la panacea para todos los partidos. Debe haber un plan para jugar contra los rivales de toque y otro plan para los equipos «de nuestra liga». Don Francisco Herrera tiene la palabra.

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