No hay tintes trágicos en el titular. Es la constatar de una realidad. El próximo viernes día 6 de Noviembre, la Unión Deportiva Las Palmas se juega gran parte de sus posibilidades de permanecer en Primera División ante la Real Sociedad de San Sebastián, ¡en la jornada décimo primera del campeonato!.Los malos registros en puntos, goles y juego, condujo a la destitución del técnico del ascenso. Ahora se busca reconducir la situación del equipo amarillo con la incorporación de un míster con ideas futbolísticas diametralmente opuestas a las de su antecesor en el banquillo canario. Puede ser que haya casi unanimidad de criterio, en el sentido de que Paco Herrera no lo hizo tan mal y Quique Setién lo va a hacer de cine. Si hacemos memoria, la Unión Deportiva brillante en Primera División se limita a dos partidos, aquellos en dos encuentros en los que el conjunto canario puso casta en el terreno de juego: en Vigo, igualando un 3 a 1 en inferioridad numérica y ante el Sevilla, en casa. Luego ha habido una «cara limpia» en el Vicente Calderón, en el Nou Camp y en cierta medida en el Santiago Bernabeu, en los tres con resultado adverso. El resto de partidos, hemos visto a un equipo vulgar, gris, a veces, muy pocas, con destellos de calidad. La clave de todo esto es la falta de agresividad del equipo. Cuando el equipo jugó con intensidad, como lo hizo ante el Celta y el Sevilla, el equipo enamoró y sacó botín de puntos. En cambio, cuando dejó la iniciativa al rival, cuando corrió menos que el contrincante, cuando no presionó con intensidad a los rivales, es cuando hemos visto a ese equipo gris, incapaz de marcar, encajando goles y, lo más deplorable, la imagen de unos futbolistas con los brazos caídos, impotente de resurgir a las adversidades. El nuevo entrenador tiene que enfrentarse a revertir esa pasividad. Tiene que lavar cuidadosamente la cara de este equipo para rejuvenecerlo, darle brillo al rostro, ofrecer algo diferente que haga llegar a los aficionados la ilusión de los tres o cuatro primeros partidos. La trascendencia del envite ante los donostiarras, creo que obliga a concentrar a los convocados desde mañana jueves, después de finalizada la sesión de entrenamiento. Y no olvidar a un futbolista que no ha debutado aun en esta Liga, como es Asdrúbal Padrón pues cuando sale al campo, su fé en la disputa de todos los balones, el contacto continuo con todos los defensores rivales, su condición de auténtico incordio, ese carácter de jugador indomable, contagia a sus compañeros que están en letargo. Ese carácter indomable lo percibe la grada y ésta, la grada, reacciona y hace reaccionar al equipo. En definitiva, encuentro trascendental, del que no se ha de esconder Sergio Araujo, quien ha sido protagonista por sus inesperadas manifestaciones, que serán objeto de comentario aparte, en breve.