El próximo domingo la Unión Deportiva Las Palmas se enfrentará al Spórting de Gijón en un duelo de muchas urgencias, pero, previamente acudirá a San Sebastián para disputar, este jueves, el encuentro de ida de la Copa de S.M. El Rey frente a la Real Sociedad. Es una ocasión que permitirá conceder descanso a jugadores que han jugado muchos minutos y dar entrada a aquellos que no han gozado de minutos. El formato actual de la Copa es poco atractivo para la mayoría de los equipos, muchos de ellos inmersos en situaciones clasificatorias que obligan a priorizar la Liga porque ningún club quiere descender y hacer un gran papel en la Copa. Los veinte equipos de Primera División luchan por continuar otro año más en la máxima categoría, pero saben que tres equipos no estarán el año próximo en esta categoría.
En estas circunstancias, este jueves debe llegar la oportunidad para que jueguen Raúl Lizoaín, David García, Garrido, Juan Carlos Valerón, Hernán Santana, Asdrúbal Padrón y algunos jugadores del filial, como Nili Perdomo, Matías Dumpiérrez, Manu Dimas y Álvaro Arencibia. Además de un premio a su progresión, la convivencia de varios días con el grupo del primer equipo les proporcionaría la satisfacción de pensar que sus ansias de llegar al primer equipo no va a ser una quimera, que ese paso puede ser realidad el año próximo. Además, otros futbolistas de la cadena verían que la puerta que actualmente está entornada, pronto podría abrirse del todo. Poca utilidad tendría sustentar una cadena de filiales, si el ascenso al primer equipo es a cuenta gotas, a través de un embudo muy estrecho.
El encuentro de Liga en tierras asturianas puede ser considerado como una final, porque podría empezar a abrirse una brecha. Los once jugadores que salten a El Molinón, más los tres posibles reemplazos tendrán que jugar con la misma intensidad que como se hizo en Balaídos o en Mestalla.
No puedo acabar este comentario de hoy sin resaltar un hecho que se produjo en el encuentro ante el Deportivo de La Coruña, porque da sustento a mi argumento, muchas veces expuesto, de que debemos situar a dos jugadores rápidos en el semi-circulo central cuando haya que defender una jugada a balón parado, que (podrían ser Tana Dominguez y Jonathan Viera. Así planteó el partido Víctor del Amo. Sus jugadores más veloces se situaban en el centro del campo y así, desde esa posición, subían al ataque que muchísimo peligro. Nosotros defendemos siempre con los once y es necesario recorrer ochenta, ochenta y cinco metros para llegar arriba exhaustos y sin las ideas claras para definir. En este detalle puede que esté la clave de la falta de gol del equipo.