La dirección y secretaría técnica de la UDLP ha estado durante más de diez años, en manos de unas pocas personas: Juanito Rodríguez, Tony Cruz, Branko Milanovik, Nico Rodríguez y Helguera, incorporado este año. En la etapa, larga etapa, de Tony Cruz y Juanito, hubo cien fichajes que supusieron el desembolso de muchísimos miles de euros para un rendimiento cero, embudo de la cantera, salvo contadas excepciones, como Salomón Rondón, Adrián Colunga y Saúl Berjón que dejaron alún dinero en las arcas del club. Hay que añadir como acertados los fichajes de Roberto Trashorras y Mariano Barbosa, que proporcionarán rendimiento deportivo alto. De resto, más de noventa, no han dejado ninguna huella porque ninguno estuvo más de dos años de amarillo, otros, apenas un año y Dani Carril de Julio a Diciembre. No es una mera especulación subjetiva porque los hechos están ahí y son incuestionables.
Esta temporada, con una base de equipo hecho, se intenta fortalecer la plantilla para tener un equipo competitivo en 1ª División. Se ficharon seis futbolistas, Antolín Alcaraz, Pedro Bigas, Wakaso, Javi Varas, Willian José y Nabil El Zhar. De estos seis, sólo han dado la talla Pedro Bigas, con un notable muy alto, Javi Varas, con notable y parece que Willian José ha olvidado la desidia de sus primeras apariciones. El resto han sido fichajes que no han aportado gran cosa. En el caso de Antolín Alcaraz porque llegó lesionado, sin rodaje y una lesión le tiene incapacitado para jugar desde hace casi dos meses. Wakaso ha pasado inadvertido entre ausencias para competir con su selección, por cicclo de cinco amarillas en cinco partidos consecutivos y El Zhar que no acaba de despuntar como hombre decisivo.
Por esta razón, cuando se rumorea que Asdrúbal Padrón va a salir cedido, uno tiene que echarse las manos a la cabeza y preguntar qué más despropósitos ha de acometer la parcela de dirección deportiva y que siga ahí. Si va a haber tres o cuatro fichajes en el mercado de invierno, es indudable de que el trabajo de estos señores ha sido nulo.