Los equipos de fútbol pueden inscribir un máximo de veinticinco futbolistas en la formación de sus plantillas, con la posibilidad de disponer de jugadores de los equipos filiales. El debate de las plantillas cortas, en torno a diecinueve jugadores, o largas, con el máximo de esos veinticinco reglamentarios, más las incorporaciones de los jugadores de las bases de la cantera, es un debate que generan los entrenadores, ya que unos son partidarios de un plantel corto en efectivos y otros entrenadores que prefieren lo contrario. Ocurre, como todo en la vida, que siempre existe el lado positivo y el lado negativo. El pase de la Unión Deportiva Las Palmas a los cuartos de final de la Copa de S.M. El Rey supone un punto de inflexión porque el equipo amarillo se ha ido deshaciendo de rivales merced al magnífico comportamiento de los jugadores suplentes, como David García, Juan Culio, Asdrúbal Padrón, Juan Carlos Valerón, Momo Figueroa, más la presencia de jugadores como Nili Perdomo y Jeremy Betancort. Es preciso resaltar que la Copa del Rey ha servido para descubrir la versatilidad de Wakaso Mubarak, el resurgir de Juan Carlos Valerón, auténtico catedrático del fútbol y el asentamiento en la portería de Raúl Lizoaín.
Con una plantilla de dieciocho o diecinueve jugadores, difícilmente estaría el equipo amarillo en la tesitura de volver a hacer historia, pasando a la semifinal, que no es nada descabellado. Y quien sabe lo que sería acceder a la final, un solo partido para dirimir al vencedor. Sin embargo, el capítulo de la Copa debe quedar aparcado porque el interés principal radica en el encuentro de Liga de este próximo domingo ante el Atlético de Madrid, que comanda la tabla de la clasificación. Este hecho de enfrentarnos al primero, no debe amedrentar a los amarillos. Los rojiblancos son fieles a un estilo de juego, en el que, aparte de la calidad está su intensidad, apurando al límite el reglamento. La Unión Deportiva Las Palmas debe ser igualmente fiel a su filosofía de juego. Los tres puntos no se deben despreciar por la calidad del rival. Eso sí, si se pierde, que los jugadores puedan abandonar el terreno de juego con la cabeza bien alta.
A partir de ese domingo, los compromisos del equipo amarillo vendrán en cadena, cada tres días un partido, alguno que otro de vital importancia, como será la visita a Valencia para medirnos ante la U.D. Levante, otra visita a Madrid, con el Rayo Vallecano como rival. Puntos en juego que serán decisivos porque en esta segunda vuelta hay que medir mucho el goal averge particular. Como decía, lo inmediato es el Atlético de Madrid. Así que en este momento, más que nunca ¡Arriba d´ellos! ¡¡Pío, pío!!