Mucha mala suerte está teniendo la Unión Deportiva Las Palmas con las lesiones. Es normal que durante toda una temporada se produzcan lesiones de un par de semanas, pero es que en el caso del equipo amarillo las bajas son de larga duración. Javi Castellano se lesionó en el primer partido de Liga y se va a perder toda una temporada, nueve o diez meses. Ángel López no pudo iniciar la temporada. Su ausencia se ha prolongado durante cinco meses. Pedro Bigas, dos meses de baja. Hernán Santana, un mes en el dique seco, aún sin recuperarse. Ahora se produce la baja de Vicente Gómez. Si las previsiones son acertadas, no estará disponible hasta finales de Abril. ¿Por qué se producen tantas lesiones y tan graves? Se abren muchos interrogantes: ¿Acaso el estado del césped en el Estadio Gran Canaria y el de Barranco Seco? ¿Quizás una pre-temporada inadecuada, mal planteada? Algo tiene que fallar porque la mayoría de las lesiones han requerido intervenciones quirúrgicas.
El relevo en el banquillo amarillo, tras la estrepitosa derrota ante el Getafe, supuso la recuperación de Vicente Gómez como pieza importante en el esquema de juego. La afición, en general y algunos comentaristas de los medios de comunicación han cargado siempre contra este futbolista. No es sorprendente, ya que un mito amarillo, como Germán Dévora, «El Maestro» tenía un considerable número de detractores. Pedro ocurre que con Vicente se ha cebado un sector importante de la afición y, como decía un par de renglones arriba, parte de los medios de comunicación. La continuidad de Vicente en las alineaciones han convertido a este futbolista en uno de los ejes del equipo. Como no podía ser de otra manera, los detractores han callado. Ahora todos se lamentan por la ausencia prolongada del centro campista amarillo. Siempre he admirado las cualidades de este jugador, su guante en el pie zurdo, sus aperturas de juego hacia el exterior, sus llegadas como falso nueve. Deseamos su total recuperación en el más breve plazo posible.
Hablamos de continuidad. Quique Setién supo ver desde su arribada a Gran Canaria que había un jugador infravalorado y poco utilizado. Su apuesta ha sido todo un éxito. Ocurre que hay otras muchas perlas que no han tenido continuidad. Emerge en primer plano la figura de Raúl Lizoaín. En sus compromisos en Copa nos ha permitido ver un guardameta que ha crecido en todos los aspectos. Podría ocupar la portería con total garantía, pues es mucho más versátil que Javi Varas. El sevillano abusa en exceso del balón en largo, mientras que Raúl juega mucho en corto con sus compañeros, para otorgarles mayor capacidad de salir desde atrás con mucha ventaja y con espacios más abiertos.
Otra sorpresa agradable es la de Nili Perdomo, futbolista aparentemente endeble por su aspecto, pero fibroso, con una capacidad pulmonar muy alta. He defendido en varias ocasiones que me gustaría ver un ensayo de David Simón y Nili Perdomo por el carril derecho, intercambiándose ambos en funciones de defensa y ataque. Con el descaro que tienen ambos, con la velocidad que poseen ambos, con la capacidad física de ambos, el equipo podría producir «estragos» en los defensores rivales. ¿Qué necesita Nili para asentarse en el primer equipo? Nada más y nada menos que «continuidad». Diez encuentros serán suficientes. Continuaremos en otro momento con este asunto, que afecta, sin duda, a la cantera amarilla. Ahora mismo, lo que realmente es muy importante, es doblegar a la U. D. Levante el próximo lunes, porque ese partido es de los marcados en rojo, encuentro en el que es necesario obtener tres puntos.