¡¡No, no, no!!

El domingo pensaba comentar algo sobre el partido en Valencia ante la U.D.Levante. La cabeza no estabas fría, así que postergamos para el lunes o martes el comentario. Sigue aún bien caliente la cabeza, pero ocurre que nuevos elementos hace inaplazable abordar el comentario sin mayores dilaciones.

Nos gustaría que alguien aclarara lo siguiente. En Copa, Raúl Lizoaín inicia el juego desde atrás, en corto con sus compañeros más cercanos. En Liga, Javi Varas recurre siempre al lanzamiento en largo. El entrenador manifiesta por activa y por pasiva, que el juego de toque no se negocia. La pregunta es muy sencilla: ¿por qué los porteros juegan de manera diferente? Queda en el aire la respuesta, pero parece que es evidente el contrasentido.           Posiblemente el juego en largo de Javi Varas trajo consigo la derrota amarilla, sin pretender con esta aseveración culpar al arquero amarillo de la derrota. Porque no hay duda de quién manda es el entrenador y quién decide cómo se ha de jugar es el entrenador. Los defensores granotas bendecían cada despeje en largo del portero amarillo. Esperaban, sin desgaste en presionar arriba, recibían cómodamente el esférico para iniciar su ataque.

Roque Mesa merece un apartado. Por norma, no nos gusta señalar a un jugador, entre otras cosas porque en el caso de Roque, nos merece un gran respeto la proyección del futbolista. Sin embargo, siempre es necesario tener espíritu de superación, deseos de corregir cosas para hacer más grande al futbolista. Últimamente hemos visto a un Roque Mesa falto de fluidez en el inicio del juego. No se asocia con compañeros, pecando de individualismo, individualismo que perjudica al propio jugador y al equipo.

David Simón ha experimentado una baja sensible en su rendimiento. Jugador de gran proyección ofensiva, con mucha presencia en el área rival, está siendo superado porque la condición física en Primera es muy exigente. Además, no cuenta con el apoyo de su extremo. Se pudo ver como Jonathan Viera se quedaba a medio camino y David Simón sufriendo mucho con el hábil jugador granota, Morales.

Estos son los noes del título. Hay más noes, esta vez a los fichajes. En primer lugar, no vamos a cargar con los futbolistas incorporados o a punto de hacerlo: Ángel Montoro y Mauricio Lemos. El rendimiento de cada uno cerrará, o no, el debate sobre el acierto de su contratación. Hay hechos que condicionan estos fichajes. En el caso de Ángel Montoro, sorprende que sea suplente en un equipo que está luchando por mantener la categoría en 2ª División. Parece más lógico haber contratado a un suplente de un equipo de Primera División. En segundo lugar, Mauricio Lemos, veinte años, una promesa sin hacer, sin experienca en una liga tan exigente como nuestra Primer División. Se contratan promesas de veinte años y despreciamos nuestra base: Jesús Valentín, Carlos Gutiérrez, Óscar Pérez, Álvaro Arencibia. Al final, todos ellos están igual de «verdes». Algo ha quedado evidente: el fichaje de Antolín Alcaraz fue un error mayúsculo.

El encuentro copero de mañana va a ser un arma de doble filo. Decepción si somos eliminados porque sería bonito llegar a las semifinales e, incluso a la final. La pregunta es: ¿a costa de qué?  La atención PRIORITARIA es la liga. Mantenerse en 1ª División. Tenemos 18 puntos. Será necesario llegar a los 40 puntos como mínimo. El equipo amarillo tendrá que obtener 22 puntos, es decir, hay que ganar siete u ocho encuentros. La hazaña comienza el domingo ante el Celta de Vigo. Queremos que así sea

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