Han transcurrido veintitrés jornadas de Liga y es momento de poder hacer un análisis del devenir de la Unión Deportiva Las Palmas en la competición. Es preciso diferenciar entre la «era Paco Herrera»  y la «era Quique Setién». Paco Herrera dirigió el equipo durante solo ocho jornadas con un promedio de puntos de 1,62% por partido.  Quique Setién lleva dieciséis jornadas al frente del equipo, con el mismo número de puntos obtenidos, un promedio por partido de 0,56% de puntos, una diferencia a favor de Paco Herrera de 1,06 % más de puntos ganados. El porcentaje es significativo porque revela que el practicismo, en 1ª División, con un equipo inexperto, o para que suene menos cruel, no adaptado a la categoría, parece ser más efectivo que un juego de toque y posesión en el centro del campo pero poco efectivo porque no es vertical. No vayamos a confundir lo dicho anteriormente, en el sentido de que estemos reclamando un juego estratégicamente defensivo, apuntalado en dos laterales y tres centrales y balones en largo arriba, en contra del juego técnico y preciosista que es nuestra esencia futbolística. Pero la realidad es la que es. Jugamos en 1ª División y aquí lo práctico es anotar muchos puntos para permanecer y dar tiempo a consolidarnos en esta categoría. Es por este motivo por lo que afirmamos que cuando no se quiere ver…no se ve.

Tiene ante sí la Unión Deportiva Las Palmas un calendario que asusta por lo que el propio equipo puede hacer y por otros partidos que, sin duda afectará. Esta jornada depara choques como UDLP-Sevilla, Spórting-Rayo o Real Sociedad- Granada. La jornada 25, Levante-Getafe, UDLP-Barça, Betis-Spórting, en la 26, Eibar-UDLP, Betis-Rayo, Spórting-Español,en la 27, UDLP-Getafe, Granada-Spórting, en la 28, Villarreal-UDLP, Betis-Granada, Real Sociedad-Granada, hasta llegar a la jornada 29, UDLP-Real Madrid. De seguir la tendencia actual, sin dar un giro radical, la brecha abierta en la clasificación sería muy seria. Sabemos que con el pesimismo no se gana, pero es que la dinámica no invita ni a un optimiso moderado.

Se agotó el plan «A» que encarnaba Paco Herrera. El plan «B», asumido por Quique Setién está tambaleándose. Por consiguiente ha que prever un plan «C» por si fuera necesario un nuevo giro.