Es necesario manifestar que poner título a este comentario de hoy ha llevado su tiempo porque no quería llevar a una falsa interpretación de los incidentes provocados por Nauzet Alemán y Sergio Araujo. Ante todo hay que tener presente que el club, como entidad, está por encima de la conducta de los profesionales que tiene contratados. Así que, con la debida presunción de inocencia y pese a esa presunción, los futbolistas deben comportarse como profesionales. Parece ser, por las informaciones vertidas al respecto, que la plantilla tenía permiso, día libre, tras la injusta derrotada padecida ante el F.C. Barcelona. Ese permiso, sin embargo, no debería haber sido interpretado como «divertirse hasta que el cuerpo aguante» porque justamente al día siguiente estaba programado entrenamiento. Es obvio que los futbolistas tienen la obligación de acudir a los entrenamientos en condiciones, digamos, normales. Este suceso es grave, muy grave, porque, presuntamente, llueve sobre mojado. No ha sido un altercado sobre el que se pueda hacer la «vista gorda». Según las informaciones y comentarios que circulan por la prensa, «volaron vasos y botellas». Esta conducta puede hacer mella en el vestuario, justamente en el momento en el que es más necesaria la unión y la tranquilidad. Los hechos parecen ser los que se han descrito. Si al final se corrobora la autenticidad de los mismos, la continuidad de estos jugadores sería un problema para el club, en todos sus estamentos, desde el plano institucional hasta los equipos alevines. Es muy duro tener que comentar hechos como estos. Hasta tal punto, que en un par de ocasiones he estado tentado de borrar todo y no aludir nada al respecto. Sin embargo entiendo que la honestidad nos obliga a entrar en jardines que algunos llenan de espinas. Solo la Junta Directiva puede tomar cartas en el asunto y cuanto antes se dirima este acto, antes se podrá cerrar la herida. Pero hay un juzgado popular, que es la afición, que seguro hará patente su repulsa a actos como los que estamos comentando.
El encuentro ante la S. D. Eibar será, esta vez sí, decisivo, primordial, para seguir alimentando esperanzas de salvación. Frente a los grandes experimentamos victorias morales, como se dice ahora, virtuales. Sin embargo frente a nuestros rivales directos solo cosechamos derrotas. Intentemos ser positivos. A la próxima cita liguera tienen que ir los que estén en plenas condiciones. Si hay que acudir a jugadores del filial, como Jetfé, Matías Dumpiérrez o Manu Dimas, se hace con todas las consecuencias. Lo realmente importante es la Unión Deportiva Las Palmas. Los futbolistas pasan, el equipo sigue.