Error garrafal

Es incuestionable que la expulsión de Aythami Artiles condiciona el partido. El central de Arguineguín tendría que haber calibrado que tenía una amarilla y se jugó la expulsión. Todos podíamos intuir que la segunda parte sería u acoso verdiblanco, que fue haciendo cambios de refresco para presionar más y más la parcela amarilla, aunque, en honor a la verdad, poco peligro creó, a excepción del gol. Pero hubo un detalle muy importante que la Unión Deportiva Las Palmas no supo resolver. Con nueve hombres de campo, hubo unas cuatro o cinco faltas del Real Betis en zona de tres cuartos del equipo local. Subieron al área bética cuatro amarillos y todas esas faltas fueron bombeadas al área. La superioridad numérica de los locales también se manifestaba a la hora de defender. Esos balones en falta al área propició contra ataques muy rápidos. Ocurre que cuando se de da este tipo de jugadas, los defensores salen muy rápidos al ataque, pero los atacantes manifiestan su decepción bajando los brazos y tardan unos segundos en reaccionar para bajar a defender. También ocurre que al subir muchos amarillos al remate, el retroceso debe ser muy rápido y eso produce un desgaste adicional que repercute en el fondo físico de los jugadores. A mi juicio, las cuatro o cinco faltas que menciono, tendrían que haberse sacado en corto para buscar huecos, dar pausa al partido, que era lo que interesaba porque estábamos en inferioridad numérica. Por ahí pudo haberse ido la derrota.

Hay.que aprender de este partido que no está todo hecho. En nuestras propias carnes sufrimos un descenso cuando a falta de siete jornadas necesitábamos un solo punto para no descender y la tragedia es que no anotamos ningún punto y el equipo descendió. Hay otro ejemplo de que no hay que bajas la guardia, protagonizado por el F.C. Barcelona, que hasta hace escasamente un mes llevaba trece puntos al Real Madrid y doce al Atlético de Madrid y ahora los colchoneros han empatado a puntos y el Real Madrid a solo dos. Las inercias de los equipos cambian cuando menos se espera. Unas veces se gana todo y otras veces se pierde todo. Así que, cuidado. El encuentro del viernes ante el Español de Barcelona hay que afrontarlo con mucha precaución, con concentración máxima. Hay que olvidarse de taconazos y frivolidades y hacer un juego práctico, para amarrar de una vez por todas la permanencia.

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