Éxito y fracaso

La Unión Deportiva Las Palmas ha cumplido el objetivo marcado par este año: mantener la categoría en Primera División. Un éxito extraordinario, que se ha cumplido a cuatro jornadas de la conclusión del campeonato.

Las Palmas Atlético no ha alcanzado su objetivo: clasificarse primero de grupo. Aún es posible el retorno a la Segunda División B, pero está meridianamente claro que esta no era la vía prevista, si tenemos en cuenta que el filial amarillo es una selección de los mejores futbolistas de Canarias, con aportaciones, incluso, del exterior. Algo ha fallado en el equipo formativo, pues ha perdido gas en el último tramo liguero. Algo ha fallado cuando han sido utilizados treinta y tres futbolistas. Mingo Oramas no ha podido encontrar un equipo base, de ahí el fracaso cosechado porque hay algo más grave que no haber alcanzado el primer puesto. Es posible que el filial pierda la segunda plaza, circunstancia ésta que haría más difícil obtener plaza en la categoría de bronce.

Es innegable que la progresión del primer equipo debe sustentarse sobre un filial situado, al menos, en Segunda B, para que el salto de categoría  a Primera no sea tan diferenciador. El preparador del primer equipo, Quique Setién, no quiere una plantilla superior a veinte o veintiún futbolistas. Bajo esta premisa, durante una temporada larga con jornadas entre semana y los encuentros de Copa del Rey, será necesario en algunas ocasiones recurrir a jugadores del filial. Tanto mayor será la proyección del primer equipo cuanto más fuerte y competitivo sea el filial. Habrá, por tanto, tarea, mucha tarea, para Tonono y Luís Helguera.

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