Al César lo que es del César

Todos fuimos muy críticos con la Unión Deportiva Las Palmas al finalizar el duelo ante la Real Sociedad. El título de este blog aquel día fue: Pululando en Anoeta. Anoche el equipo amarillo ofreció una cara completamente diferente ante un Real Madrid cuajado de estrellas. Ha habido opiniones dispares, antagónicas, según los colores. La Prensa nacional habla de suerte por parte de la Unión Deportiva Las Palmas, especialmente por el gol de Sergio Araujo. Es verdad que hubo un rebote que favoreció al argentino, pero en esta jugada del gol hubo tres nombres propios: Tana, que no dio por perdido un balón que se iba fuera de banda, lo recuperó, centrando al área, donde Vicente Gómez con exquisito cabezazo orientó el  cuero hacia Sergio Araujo que puso en la jugada lo que tenía que poner para alojar el esférico en las mallas blancas. Los dos goles amarillos fueron producto de jugadas. Sin embargo, esa misma Prensa nacional, adicta al Real Madrid, al F.C. Barcelona y al Atlético de Madrid no relata que los goles del equipo merengue fueron, los dos, productos de la suerte. En el primero, Javi Varas no puede desviar hacia un costado, sino al frente, y ocurre que el balón va directamente a la cabeza de Marco Asensio. El segundo fue muy similar al primero. Otro rechace de Javi Varas va a una bota de Karim Benzema, que anota de manera extraña porque el balón da en la tibia y luego en la bota. Podría alegarse que el gol de Tana llegó precedido de un rechace. Es cierto. Pero Tana controló, acomodó el balón a su izquierda para desquebrajar a los centrales blancos y, posteriormente a Kiko Casillas. El gol de Sergio Araujo merece una mención especial porque se produjo en la misma portería, casi en el  mismo minuto y una definición casi calcada al gol que marcó ante el Real Zaragoza en los play-off de ascenso, que significó el ascenso a Primera División.

Así como tras el encuentro en Anoeta se dijo que había que pasar página, habrá que pasar página tras el encuentro de anoche. La alegría y la ilusión pueden ir de la mano. La euforia. por el contrario, hay que dejarla aparcada. El próximo fin de semana los amarillos jugarán en El Sadar ante el Osasuna, en zona de descenso, con dos puntos, con el agua al cuello y que tiene que intentar vencer para tomar algo de oxígeno. El Sadar va a ser una olla express pero al mismo tiempo esa necesidad de los pamplonicas puede jugar en su contra. Por eso confiamos en que se podrá cosechar un resultado favorable.

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