La Unión Deportiva Las Palmas está experimentando un retroceso en su juego. Las denominadas «pájaras» afectan al rendimiento global del equipo en cada jornada. Los datos de disfrutar de mucho porcentaje de posesión es el único argumento que mantiene con vida al equipo. En realidad, esa recesión puede parecer disfrazada porque los equipos por debajo en la tabla están fallando mucho. Betis, Celta de Vigo, Valencia, Osasuna, Granada, Deportivo, Spórting de Gijón, están propiciando que los empates amarillos sirvan para mantener el noveno o décimo puesto en la tabla.

Habitualmente no solemos citar nombres propios, pero ayer fue un partido gris. A los treinta segundos, un despistado Helder Lopes facilita un corner, sin oposición de ningún contrario. Pedro Bigas baja unos peldaños su rendimiento, sin causa aparente para ello. David García, lento, mal en las salidas del balón.Momo sin fuelle. Livaja a lo suyo, la pelea sucia con el rival. Roque con su exceso de toque. En una jugada, nueve toques al balón antes de ceder el cuero a un compañero que está a cinco metros de él. Jonathan Viera parece que arrastra algún problema porque falla muchas entregas aparentemente fáciles y sin opositor cercano. Tana perdido en regates que no vienen a cuento. Macedo sin intentar la internada. La única vez que llegó a la línea de fondo fue para dar el pase de gol a Livaja. Sólo Javi Varas y Vicente Gómez hicieron su trabajo, aunque, es obvio, influenciados por el bajo rendimiento del resto de compañeros.  El entrenador amarillo, al que tantas veces hemos alabado, no pudo, o no supo transmitir coraje a su tropa. El entrenador manifiesta por activa y por pasiva que la posesión es una premisa que no se puede negociar. Pero en la vida nada es definitivo. Muchas veces hay que adaptarse a las circunstancias, que no depende de nosotros mismos, porque enfrente hay once jugadores y un  técnico que también maneja sus conceptos. Así pues, el librillo debe incluir un plan específico para cada situación y para según qué rival. Cuando haya que recurrir al juego largo, debe hacerse sin concesiones. En realidad, el juego de toque, tan alabado por estas tierras canarias, debe ir acompañado por la profundidad, la verticalidad. Aunque resulte aburrido, se puede tener como premisa el juego de toque, hasta que se produzca un espacio abierto para intenta definir. El juego de toque de un central a otro central, de una banda a otra, hacia atrás al portero,  es casi una burla al espectáculo que se pretende dar al juego de toque y posesión porque no se crea peligro. Ayer, durante la segunda parte, la Unión Deportiva Las Palmas no efectuó ni un solo disparo a puerta. Enfrente solo teníamos a un rival muy voluntarioso, con un gran rigor a nivel táctico, pero poca cosa más. Hay que ser atrevidos, proponiendo algo más que la posesión del cuero, e inculcar a los futbolistas algo más de carácter. Clase hay de sobra, pero falta chispa, atrás y, por supuesto, arriba. Hay un calendario a la vista que puede ser determinante, para bien o para mal. Próxima salida, Atlético de Madrid. En Enero, recibimos al Spórting de Gijón, salida al Nou Camp y dos partidos consecutivos en casa, ante Deportivo y Valencia y posterior visita a Los Cármenes. Entendemos que no se pueden hacer cálculos a largo plazo, pero sí que hay que pensar en estudiar en ese margen de seis encuentros, porque, insistimos, en este período puede definirse el verdadero rol del equipo.