El encuentro de ida de Copa ante el Atlético de Madrid y la Unión Deportiva Las Palmas es ya agua pasada, y lo que realmente cuenta ahora es el choque liga de mañana ante el Spórting de Gijón. Sin embargo pueden extraerse algunas conclusiones de aquel encuentro de Copa. Las competiciones no se ganan por tener posesión del balón. Se ganan por marcar goles y conseguir victorias. Cuando concluye un partido no podemos justificar una derrota por las buenas sensaciones o porque dominamos más del sesenta por ciento. Lo que queda en el recuerdo es que jugamos con nuestro estilo, gustamos, pero hemos perdido. En los últimos seis encuentros de Liga, dieciocho puntos en disputa, solo hemos obtenido ocho puntos, en términos estadísticos, el 44,44% de los puntos. Dos victorias en casa ante la S.D. Éibar y frente al Atlhetic Club de Bilbao y dos empates a uno, ante Alavés y Leganés. Más allá de los puntos, debe preocupar la incapacidad del equipo que dirige Quique Setién para derribar murallas. El juego de creación de la Unión Deportiva Las Palmas se inicia desde atrás, en la figura de Roque Mesa. He resaltado muchas veces las virtudes del teldense, pero ocurre que esas salidas son muy lentas, muy parsimoniosas, dando lugar a que los rivales se parapeten atrás con bastante facilidad porque el cuero no es conducido con rapidez. Además, el rival espera en el centro del campo, con la intención de robar y montar rápidas contras, con toda la mitad de la cancha propia libre, unos espacios enormes, que futbolistas rápidos pueden aprovechar.
El fútbol de toque, de técnica, de precisión, el juego bonito, el taki-taka gusta a cualquier espectador. Pero gusta cuando se gana. No se puede ser fundamentalista en las ideas. Hay que adaptarse a las circunstancias. Tiene que haber en la recámara un plan alternativo, llámese plan B, C, o D. Y hay que ser también más intensos, mucho más intensos. En el choque de Copa, la Unión Deportiva Las Palmas fue penalizada con nueve faltas, mientras que los colchoneros fueron sancionados con veintidós ¡¡¡22!!! faltas, amén de que el colegiado dejó sin señalar ocho o diez faltas. Este matiz de faltas cometidas o faltas señaladas es importante. El equipo del Cholo Simeone juega siempre al límite del Reglamento. A veces, se excede en ese límite, por la tolerancia de los árbitros. A mi juicio, si el ATM juega al límite del Reglamento, los colegiados deberían aplicar dicho Reglamento al límite. Esto sucede con el equipo colchonero y con el resto de equipos. Es más fácil destruir, cometiendo faltas, que construir.
Pasado el primer round de la Copa, lo urgente es saber cómo jugar ante el Spórting de Gijón. Este encuentro es de permanencia. Aunque queda más de media Liga por disputar, el encuentro ante los asturianos hay que ganarlo. No debemos caer en el halago de lo bien que jugamos. Hay que poner en el campo ese saber jugar bien, con una dosis elevada de mala uva.