El año pasado, primer año del regreso a Primera División, la Unión Deportiva Las Palmas cerró el curso en undécima posición, 45 goles a favor, 53 en contra y un total de 44 puntos. Este año, a falta de cinco jornadas para concluir el campeonato, con la participación asegurada para disputar la tercera campaña consecutiva, los números que ofrece el equipo amarillo son los siguientes: lugar en la tabla, décimo tercero, 52 goles a favor, 58 en contra, 39 puntos. El año pasado hubo seis puntos de diferencia con la zona de descenso. Este año, hay dieciséis puntos de diferencia con el descenso. La lectura que se puede hacer, aún sin terminar la liga, es, primero, que en esta edición la salvación ha estado muy barata. En realidad, gracias al empuje de la Primera Vuelta, esa salvación se ha podido materializar sin grandes preocupaciones. Segundo punto. Al iniciarse el presente campeonato, el club incorporó a una serie de futbolistas para reforzar el plantel y aspirar a algo más que situarse en la mitad de la tabla. Llegaron Helder Lopes, Michel Macedo, Prince Boateng, Marko Livaja y Mateo García. Posteriormente fueron contratados José Rodríguez y Alen Halilovic. De todos estos futbolistas, sólo Prince Boateng ha marcado diferencias, con diez goles en su casillero. Michel Macedo ha bajado ostensiblemente después de su lesión. Helder Lopes ha aportado poco. Mateo García es como un diamante por pulir. Jesé Rodríguez y Alen Halilovic no han sido determinantes. Queda por analizar a Marko Livaja. ¿Qué podríamos decir de este futbolista? Trece tarjetas amarillas en 33 encuentros y una roja ayer, tres minutos después de salir al campo. Parece que Marko Livaja sale al campo con la bayoneta calada. Se antoja que no es un futbolista válido para el equipo amarillo porque exhibe un talante que no encaja con la forma de sentir el fútbol que nos caracteriza. El hecho de haberse conseguido la permanencia es el único punto que da validez al proyecto. Pero es necesario destacar, que los medios puestos a disposición del entrenador, obligaba a haber obtenido una mayor relevancia. No tiene la Dirección Deportiva un «insuficiente» por ese motivo de lograr la permanencia. Como se decía anteriormente, ha sacado un aprobado rascado. La próxima temporada no va a ser tan «light» como la actual. He ahí la razón por la que la Dirección Deportiva tiene que estudiar concienzudamente las bajas que se tienen que producir, posiblemente ocho o nueve, contando con posibles traspasos y, muy importante, las nuevas contrataciones. En este capítulo va a ser definitorio el papel que va a sumir la cantera en el nuevo proyecto.