El triunfo de la Unión Deportiva Las Palmas en Málaga significan tres puntos de oro, que permite al conjunto amarillo salir de la zona roja de la tabla, aunque a estas alturas de LaLiga sea un dato anecdótico. Sin embargo, salir de esa zona de peligro tiene un significado muy importante porque ahora hay seis equipos por debajo.

He leído varios comentarios y no deja de sorprender que algunos añoren, en cierta medida, el fútbol combinativo, preciosista, que exhibió el cuadro canario en la 1ª vuelta de la temporada pasada. A mi juicio, el actual entrenador amarillo, Manolo Márquez, se encontró en la pre-temporada con un equipo roto por la nefasta 2ª vuelta, especialmente después del empate a tres en el Santiago Bernabeu. La marcha, o rajada, de Kevin Prince Boateng hizo mucho daño. Hay que añadir que las nueve incorporaciones foráneas, más la del canterano Borja Herrera tienen que ensamblarse y ello lleva un poco de tiempo.

El encuentro de anoche exigía realizar un juego práctico, de absoluta seriedad. Afortunadamente todo salió bien, con tres goles de oro. Ya habrá tiempo de hacer fútbol de malabares. Anoche se imponía lo práctico, amarrar los tres puntos y salir del pozo. Ahora hay que rubricar las buenas sensaciones ante el Athletic Club de Bilbao.