No marca goles la Unión Deportiva Las Palmas. Los goleadores están cedidos (Marko Livaja y Sergio Araujo) o han sido despedidos, como Löis Rèmy. Lo ocurrido con el futbolista francés es de traca. Ocurre que ha habido un jugador detenido dos veces a altas horas de la madrugada, y es titular en el siguiente encuentro. Rèmy llega unos minutos tarde a una cita y es despedido, sin más. El club tiene un reglamento interno de conducta, que podría haber saldado al futbolista francés con una multa. Se riza el rizo del esperpento contratando a un futbolista que llega con sobrepeso, sin ritmo de competición y con una rodilla rota. Si venía para aportar, veremos si estará en condiciones para jugar los dos últimos partidos de LaLiga. No queda la cosa aquí, porque hoy se ha publicado la lista de convocados y en ella figura un futbolista del filial, Erik Expósito, en lugar de Imoh Ezekiel. En primer lugar, he de decir que la convocatoria de Erik es motivo de alegría, pero, al mismo tiempo, ¿por qué se convoca al tinerfeño? ¿para que tenga algún minuto, o para ocupar un hueco en el banquillo? Y además, para medirse ante futbolistas experimentados y de primera línea mundial como Gerardo Piqué y Umtiti.
Es más que previsible que el equipo catalán se lleve los tres puntos, pero un equipo profesional no debe afrontar el partido dándole por perdido de antemano. Tengo una teoría respecto a este partido de mañana. El Barça somete a sus rivales con una defensa en campo contrario, para recuperar pronto las salidas de sus rivales, y con Ten Sterger situado de medio centro. Si nos cerramos atrás, nos embotellan, recuperan balones al borde de nuestra propia área. Hay que arriesgar. Tenemos que jugar nuestras cartas. Si situamos a dos jugadores rápidos al borde de la línea divisoria, como podrían ser Tana y Halilovic, obligaría a que la defensa blaugrana se retrasara un poco. Esta posición de esos dos futbolistas canarios facilitaría unas contras en las que no incurrirían en fuera de juego porque parten de campo propio. Como a los entrenadores gustan de tener las líneas juntas, el portero y todas las líneas tendría que retrasar su posición. Parece descabellado, pero dejarnos embotellas es un suicidio. Si queremos sacar algo positivo de este encuentro, hay que utilizar con una estrategia que les puede sorprender.