Hemos jugado con fuego

Es evidente que hemos jugado con fuego y estamos a punto de quemarnos. La inquietante, casi desesperada situación que vive el representativo, es fruto de una calamitosa planificación. A mi modo de ver, el principal culpable, sin duda de ningún género es el Presidente del club, el secretario técnico y el director deportivo. La historia se remonta al día en que Quique Setién anunció que no seguiría entrenando a la Unión Deportiva Las Palmas. En realidad, para ser más exactos, el origen de estos males proviene del mes de diciembre de 2016, cuando el Presidente, entusiasmado con el juego del equipo, anunció que se iba prorrogar el contrato con el preparador cántabro. Así pues, yendo ahora al día del «NO» de Setién a la renovación, se produce, pienso yo,  un paso atrás de los futbolistas. Intuyo que la relación del preparador (ya con el billete de ida comprado) con sus jugadores, se quebró, en el sentido de que ya no correspondían a las exigencias del míster. Eso produjo un descalabro total, con un final de temporada horrible.  Llega el verano y se empieza a fichar futbolistas. Se anuncia la contratación de Jonathan Calleri y leo en la prensa algo tan surrealista como «con la llegada de Calleri ¿dónde vamos a colocar a Kevin Prince Boateng? El estandarte del club, KVB, vio lo que se avecinaba y se marchó cuarenta y ocho horas antes de empezar las revisiones médicas de la pre-temporada. Se riza el rizo de la contratación de entrenadores. Según el Presidente, Quique Setién se va, pero «tenemos una larga lista de entrenadores, el mundo no se acaba con Setién». Aparece la figura de Roberto de Zerbi, que si viene, que si hay que esperar. Según la prensa, ayudantes del técnico transalpino visitan Gran Canaria para conocer las instalaciones y las infraestructuras del club. Luego los rumores apuntan a Jorge Almirón, que no contaba con los requisitos de la UEFA para entrenar en España. Al final, a últisima hora se designa a Manolo Márquez que estaba persuadido de que entrenaría al filial en el regreso triunfal a 2ª división «B». Los males actuales del filial, luchando a brazo torcido para mantener la categoría, provienen de esas improvisaciones. Hay que destacar que a Quique Setién le negaron voz y voto en la contratación de futbolistas, a Manolo Márquez se le prohibió, supuestamente, utilizar a Fabio González y a Paco Jémez se le da carta blanca para fichar, eso sí, a coste cero. Por el medio nos colocaron a Pako Ayestarán, que contribuyó de manera directa al hundimiento del equipo, porque venía, según en comentó medios locales, «porque Juanito lo conocía». La situación actual es crítica. El equipo está virtualmente descendido pues no creo que una victoria, el próximo domingo, ante el Levante, vaya a servir de mucho, teniendo en cuenta la diferencia de siete puntos entre levantinos y grancanarios, que en realidad son ocho puntos, puesto que el 0 a 2 de las primera vuelta va a ser difícil de superar, si reparamos en el hecho de que los amarillos solo han marcado tres goles ante el Málaga, en La Rosaleda, con Manolo Márquez en el banquillo, dicho sea de paso. En definitiva, el domingo, a eso de la una del día sabremos si la Unión Deportiva Las Palmas mantiene esperanzas de mantener la categoría o… «qué difícil se hace decir adiós a la categoría»  por la inoperancia de los responsables que aún siguen ahí, como vulgarmente decimos por aquí, «subidos en el machito».

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