Hace unos días publiqué un comentario sobre el número de jugadores que había fichado la UDLP desde el año del ascenso a 2º División, número que se elevaba a 137. Pensaba que se me había ido algún nombre, y así fue. Olvidé de incluir a Leo Borzani y Mendiguren. Anuncié que incidiría en el tema de esta larga relación de contrataciones, por las repercusiones económicas de los mismos, asunto éste que dejaré para futuros comentarios.

Sin embargo, el resultado escandaloso de hace tan solo unos minutos, me pide unas líneas de desencanto, de tribulaciones por ver arrastrarse a este equipo nuestro de manera ignominiosa. Los últimos minutos del encuentro se cerraron con una fuerte lluvia. Parece que el cielo lloró el descenso de los amarillos, en forma de lluvia torrencial.

Hay que mirar ahora a recomponer este equipo que está totalmente deshecho, totalmente descompuesto en todos los sentidos, recomposición que no puede quedar en manos de los actuales responsables pues temo que se correría el riesgo de que nos lleven a la categoría de plata.

Desde la tristeza, solo resta enviar ánimos para esta desalentada afición y en mensaje a los dirigentes: tengan vergüenza y dimitan con carácter IRREVOCABLE.