No pasa la Unión Deportiva por una situación que satisfaga a su afición. Una gestión deportiva deplorable, contratando a a diecinueve futbolistas, tres cedidos y veintiséis (26) bajas, demuestran claramente que la dirección deportiva, con el visto bueno del Presidente, ha sido pésima, añadiendo a esto el despido de Manolo Jiménez y la contratación de Paco Herrera.
Este próximo domingo se disputará el partido de rivalidad regional (mal llamado derby), jornada18, a la que llega la Unión Deportiva Las Palmas cosechando cinco victorias, ocho empates y cuatro derrotas, derrotas sangrantes de 3 a 0 ante el Almería, 4 a 1 en Cádiz y 4 a 2 en Lugo.
Se ha hecho una mala gestión de los recursos económicos porque este año se ha gastado muchísimo dinero, contratando a diecinueve futbolistas para estar ahora mismo en noveno lugar, a seis puntos de la promoción de ascenso y a siete de la zona roja del descenso. El panorama es desalentador. Diecinueve altas de jugadores en su mayoría mediocres, ha sido un gran error. Hubiese sido mejor contratar a dos o tres futbolistas por línea, pero futbolistas de verdad, de categoría. Tenemos un equipo filial, que está compitiendo dignamente en 2ª B, de la mano de Juan Manuel Rodríguez, filial que tiene como finalidad la de nutrir al primer equipo. Pero sucede que los futbolistas del filial no cuentan para el primer equipo, posiblemente, presuntamente, porque desde arriba (esa parte a la que se le denomina, no se por que, la zona noble) pone impedimentos para que jóvenes con talento, arraigados al fútbol que nos gusta, no suben al primer equipo. Desde hace más de quince años, ningún futbolista con 18 o 20 años ha subido al primer equipo, para quedarse en el mismo, excepción hecha de Vitolo Machín, Roque Mesa y Jonathan Viera. Esperan a que cumpla los 24 años para que suban algunos o se prescinde de ellos porque la reglamentación obliga a que se conviertan en profesionales. Los casos de Álvaro Arencibia o Pablo Santana son relevantes. Detesto señalar a futbolistas, pero, pregunto, que tiene, o qué prestaciones ofrecen Martín Mantovani o Deivid Rodríguez, que no tenga Álvaro Arencibia. Qué ofrece Thomas Peckart que no tenga Eduardo Espiau o Erik Expósito? Por todo esto y mucho más, es necesario tomar medidas extremas, incluso drásticas, para que esto no se nos vaya de las manos y acabemos, como años atrás, compitiendo por librarnos del descenso. Casos similares han acontecido, con equipos que han pasado de primera división a 2ª B. Así que…..