La UD Las Palmas se ha convertido en un equipo defensivo en cuanto a efectivos. Un lateral derecho, Álvaro Lemos. Seis centrrales: Deivid, David García, Mantovani, Cala, Eric Curbelo y Aythami Artiles. Dos laterales zurdos: Dani Castellano y Alberto de la Bella. Nueve defensas, sin contar, obviamente con los porteros. Pero en labores defensivas se suma Javi Castellano. Casi la mitad de la plantilla está constituida por futbolistas de corte defensivo.
Es la UD Las Palmas un equipo lento. Hay solo tres futbolistas que se pueden considerar rápidos, como son David García, muy rápido en los cruces, a pesar de su edad, Sergio Araujo y Danny Blum. En un plano intermedio está situado Álvaro Lemos y los laterales zurdos, cuando atacan, pero aunque superados cuando toca defender. El resto son jugadores lentos. Esta circunstancia trae consigo que no hay verticalidad, no hay desborde. De ahí que la UD Las Palmas no sea un equipo fiable. No hay un futbolista que salga con el balón jugado, que haga desplegar al equipo. Tengo en la retina a Daniel Carnevali entregando en balón a Martín Marrero y un Miguel Ángel Brindisi hacia arriba, haciendo el equipo una especie de abanico, pues se abrían las bandas, con el motor incombustible de Justo Gilberto, la maestría de Germán Dévora y los estiletes de José Juan o Carlos Manuel Morete. Nombrando estos futbolistas excepcionales, causa un poco risa oír decir el año pasado al presidente que teníamos la mejor plantilla de la historia.
Ojo al encuentro del lunes. La visita del Real Zaragoza es muy peligrosa. El habitual empate o una derrota podrá acarrear graves consecuencias.