En el mes de Julio, los dirigentes de la UD Las Palmas exponían un proyecto para un ascenso directo, para así evitar la zozobra que produjo el encuentro de promoción ante el Córdoba, con la invasión de campo por parte de espectadores que frustraron el ascenso que estaba a un minuto de producirse. Al desinflarse el equipo se produjo un ligero cambio, la meta era entrar en puestos de ascenso, al menos el sexto puesto. Undécimo en la tabla, a tres puntos, quizás cuatro por mor del goal-average, la empresa parece asequible, pero se antoja muy difícil por lo que ofrece el equipo, que vive gracias a los empates, doce en total, con solo seis victorias. Las sensaciones, término muy utilizado en el mundillo del fútbol, las sensaciones, repito, no parecen ser propicias como para colarse en la promoción. Me gustaría equivocarme y que el equipo se transformara en una escuadra ganadora. A juzgar por los últimos partidos, esa transformación no se espera. Ante el Real Zaragoza, que acudía con seis o siete bajas, vimos a un equipo que dejaba la iniciativa a los maños. Vimos a un equipo lento, con muchas dudas, sin salida del balón. Vimos a un equipo que juega a defender. Decía hace unos días que la UD Las Palmas era un equipo eminentemente defensivo, pues de los veinticuatro miembros de la plantilla, once eran defensas. En la última convocatoria de diecinueve futbolistas, a excluir uno, quien se quedó fuera de convocatoria fue Maikel Mesa. No se entiende por qué razones está siendo marginado este centro campista, generoso en el esfuerzo, con calidad en su juego y buen finalizador, con dos tantos y varias asistencias, pese a estar relegado al banquillo o a la grada. Insisto en que la UD Las Palmas es un equipo defensivo porque su entrenador baraja jugar en Málaga con tres centrales, probablemente para dar entrada a Aythami Artiles, utilizando como lateral, fuera de su posición natural a Eric Curbelo.
Este mes de Febrero marcará el horizonte, con duelos muy difíciles. Este domingo en Málaga, con visita del Spórting y luego desplazamiento a Madrid para medirnos al Alcorcón.