Se viven en la UD Las Palmas unas situaciones que cuesta mucho entender. Es verdad, no obstante, que hay que estar dentro, en las entrañas del club, para ver qué es lo que realmente está sucediendo. Por eso, a veces, uno opina sin argumentos sólidos. Pero están las apariencias, que también pueden conducir a la verdad. El hecho más relevante es que a día de hoy, aún quedan futbolistas por inscribir. Las inscripciones se han ido produciendo a cuenta gotas. Este hecho concreto de las inscripciones, casi a punto de cerrarse el plazo, es unos de las decisiones que no se entienden, porque el club sabía desde el mes de abril que había que conceder la baja a más de una decena de futbolistas y no se hizo. El entrenador ha dicho que Thomas Pekhart, Javi Castellano y Deivid Rodríguez no entraban en sus planes. Que el exceso de jugadores, alrededor de 32, dificultaban los entrenamientos. El club sigue sin conceder la baja a estos futbolistas y algunos otros que no menciono por ética informativa, pero que están en el ánimo de muchos aficionados. David García y Momo Figueroa han causado baja sin haber trascendido desde el club la efectividad de esas bajas, futbolistas emblemáticos que han salido por la puerta falsa. Los jugadores que ocupan la zona defensiva, en concreto el centro de la zaga son: Eric Curbelo, Mauricio Lemos (inscrito hoy), Aythami Artiles, Deivid Rodríguez y Martín Mantovani. Falta por inscribir a Álex Suárez. Pues bien, los cinco que ya están inscritos, son todos de un perfil bajo en cuanto a rapidez. Se puede decir que son algo lentos. Curiosamente, David García era el único central rápido en el cruce, muy por encima de los cinco citados anteriormente. Otra causa de asombro. Salió ayer la noticia de que se está buscando equipo que pague por el traspaso de Sergio Araujo. Es el futbolista argentino quien lucha sin descanso arriba. ¿No será más acertado traspasar a Raúl Fernández, con buen cartel, a Íñigo Ruiz de Galarreta y David Timor que no han cumplido con las expectativas? Pero como digo, no sabemos qué acontece ahí dentro, ni por qué razones se adoptan unas decisiones que la mayoría de los aficionados no comprendemos.