Días de aprendizaje

Hasta el próximo sábado, día veintiuno, fecha de la cita en Valencia, reanudando la Liga, la Unión Deportiva Las Palmas tendrá tiempo suficiente para preparar adecuadamente un partido en el que hay mucho por ganar y poco por perder. Efectivamente, habrá poco que perder porque, sinceramente, una derrota en la ciudad del Turia, siempre que no fuese escandalosa, entra dentro de los parámetros normales. Sin embargo, una victoria, incuso un empate, sería un estímulo importante para los posteriores compromisos ligueros y para generar confianza en los futbolistas, en la nueva idea de juego y en los puntos. No obstante, no hay que instalarnos en la euforia, tampoco en el derrotismo. Al fin y al cabo la próxima jornada será la vigésimo segunda del campeonato. Sí está claro que no hay que dejar que quienes nos superan en la tabla puedan marcar distancias.

El nuevo sistema de juego, la nueva filosofía de juego en lo que pudiéramos denominar «era Setién», tendrá que estar marcada inexorablemente por un cambio de juego en el equipo, más brillante que en etapas anteriores. Seguro que el toque, iniciando el juego desde atrás, sin regalar el balón al rival, hará crecer al equipo amarillo. La imagen del entrenador cántabro tomando nota del equipo filial hace pensar que va a contar con la cantera. Por esta razón intuyo que Quique Setién no va a pedir muchos refuerzos. Lástima que no pueda ver de primera mano a futbolistas como Tyronne del Pino, Jesús Valentín, José Artiles y Leo Ramírez. Sí está a su disposición Carlos Gutiérrrez, a quien le han arrebatado la ficha profesional, pero, al estar presente en los entrenamientos, el míster podrá constatar su valía, su rapidez en los cruces, su carácter de líder en la defensa, con su continuo hablar entre sus compañeros. Así que, en cierta medida, este aplazamiento de la competición vendrá de perillas al míster amarillo.

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